Sunday, August 17, 2008
N.G, Almas muertas
En este mundo, sea cual fuere el lugar que consideremos, tanto entre la clase baja como entre las personas pertenecientes a las elevadas, petrificadas en un aburrimiento triste y pulcro, el hombre tiene ocasión, por lo menos una vez en su vida, de encontrarse con algo que despierta en él sentimientos nunca experimentados hasta entonces.
Llega siempre un momento, a través de las penas que forman el tejido de nuestras vidas, en que se cruza una chispa de alegría, como un carruaje deslumbrante, con arneses dorados y hermosos corceles, atraviesa a galope una aldea miserable y perdida, cuyos campesinos, que hasta ese día solo han visto una simple carreta, permanecen con la boca abierta, saludando con la gorra, aun después de desaparecido el magnífico carruaje.
En este mundo, sea cual fuere el lugar que consideremos, tanto entre la clase baja como entre las personas pertenecientes a las elevadas, petrificadas en un aburrimiento triste y pulcro, el hombre tiene ocasión, por lo menos una vez en su vida, de encontrarse con algo que despierta en él sentimientos nunca experimentados hasta entonces.
Llega siempre un momento, a través de las penas que forman el tejido de nuestras vidas, en que se cruza una chispa de alegría, como un carruaje deslumbrante, con arneses dorados y hermosos corceles, atraviesa a galope una aldea miserable y perdida, cuyos campesinos, que hasta ese día solo han visto una simple carreta, permanecen con la boca abierta, saludando con la gorra, aun después de desaparecido el magnífico carruaje.
Monday, August 04, 2008
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