Thursday, July 27, 2006

Tristeza


Hannah Arendt, Conferencias sobre la filosofía política de Kant

En cualquier caso, cuando Kant habla de la carga que parece gravar la vida, alude a la singular naturaleza del placer, a la que también se refiere Platón en un contexto diferente: a saber, que todo placer oculta un sufrimiento, que una vida que sólo tuviese placeres carecería en realidad de placer –porque el hombre no podría sentirlo o disfrutarlo- y que, por tanto, no existe una satisfacción absolutamente pura, imperturbable por el recuerdo del deseo que la precedió o por el temor de la pérdida, que, con toda seguridad, acontecerá. La felicidad, entendida como un estado duradero y seguro del alma y del cuerpo, es impensable para la existencia terrena del hombre. Cuanto más fuerte es el deseo y mayor el sufrimiento, tanto más intenso será el placer. Existe sólo una excepción para esta regla: el placer que se experimenta ante la belleza, placer que Kant llama 'satisfacción desinteresada' (uninteressiertes wohlgefallen)…