Friday, January 12, 2007


El Secuestro
, Georges Perec

No el fin (por mucho que el fin fuese obvio en todo momento), no el tormento (por mucho que el tormento no dejó de sentirse), sino sobre todo omisión: un no, un nombre, un hueco:
Todo es como de costumbre, todo correcto, todo tiene sentido, pero, en el dudoso cobijo del verbo, inofensivo fetiche, tótem grotesco, ved cómo prende y florece un horroroso desorden. Todo es como de costumbre, todo puede seguir siendo como de costumbre, pero después del próximo crepúsculo, dentro de ocho noches, dentro de un mes, dentro de doce meses, todo puede ser sólo podredumbre: veremos el lento extenderse de un hueco, olvido ciclópeo, pozo sin fondo, cerco de lo negro. Uno por uno, enmudeceremos por siempre.