Tuesday, October 18, 2016

Pedro Páramo

Hubo un tiempo que estuve oyendo durante muchas noches el rumor de una fiesta. Me llegaban los ruidos hasta la Media Luna. Me acerqué para ver el mitote aquel y vi esto: lo que estamos viendo ahora. Nada. Nadie. Las calles tan solas como ahora.
-Luego dejé de oírla. Y es que la alegría cansa. Por eso no me extrañó que aquello terminara.